viernes 18 May, 2018
Contrariamente a lo que el cine estadounidense nos quiere hacer ver, hay países más allá de ellos que tienen peores criminales y escabrosos casos de homicidio que superan con creces a las películas norteamericanas.
Colombia tuvo una historia de sangre desde fines de los 80, toda la década del 90 y principios de los 2000, marcada por la violencia y el narcoterrorismo. Todo eso relacionado con Pablo Escobar.
Pero entre 1990 a 1999 desaparecieron 140 niños varones que no tuvieron que ver puntualmente con Escobar. En total fueron 70 localidades de 13 departamentos distintos de Colombia. Se trataba de niños caucásicos como primera medida, entre 6, 8 y 14 años con signos de tortura en manos y brazos. Esto se determinó por las marcas encontradas de armas blancas en los restos óseos.
El detalle que descubrió un fiscal y el médico forense que investigaron la causa demostró que se trataba de niños sin trabajo dental y graves señales de desnutrición, es decir pequeños que venían de estratos sociales pobres.
En ese momento la Policía y el gobierno no investigaban lo que sucedía porque mantenía una guerra contra Pablo Escobar que les quitaba toda la atención. Sumado a que se trataban de sectores con bajos recursos, por lo que no les daban lugar a reclamos.
Los restos se encontraban en zonas aisladas, boscosas, de vegetación tupida, imposibles de acceder por ningún tipo de vehículo. Sólo podía accederse a pie o a caballo.
¿Qué fue lo que realmente pasó? ¿Por qué los niños eran los elegidos? ¿Cómo fue que dieron con los asesinos?
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