viernes 17 Jul, 2020
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En una charla profunda, que abarcó cuestiones puntuales de la sociedad uruguaya, su historia y hasta la geografía del país, Garo Arakelian uno de los músicos más trascendentales del rock uruguayo pasó por Mercosound para hablar de todo.
Acerca de la cultura uruguaya Garo asegura que “todos tenemos varias capas superpuestas, no con el argumento de Ciudad de México donde hay esa superposición de templos sobre templos, sino que tenemos una memoria que es muy reciente la de los rioplatenses. Los acontecimientos históricos datan de 100 años como mucho, pero han sido manipuladas de tal manera que no hay una memoria colectiva. Las corrientes inmigratorias han contribuido a eso”.
Acerca de los artistas oriundos de la capital uruguaya Arakelian se muestra crítico: “el montevideano tiene una fascinación con hacerse conocer en Argentina, hay como una cosa de niño chico. No quiere ir al potrero sino ir a tal cancha porque los vestuarios son mejores y, entonces, se le da la espalda al resto del país. Para los que vivimos la crisis del 2002 que fue la ‘tos’ de los argentinos, los artistas uruguayos por necesidad, fue a considerar el interior como opción. Pero de otro modo lo descartan”.
Y añade “cuando tocaba en Buenos Aires, en el Oeste, fue una experiencia muy valiosa. Me hizo ver a Buenos Aires de otra manera distinta. Lo vi como algo épico, como un descenso al infierno y lo veía como el mito del héroe volviendo a la casa con la cabeza del león”.
Consultado acerca de la actualidad de los artistas más jóvenes de Uruguay, Garo no duda: “una de las cosas que me parece que ha sucedido es que la injerencia del Estado ha establecido un vínculo paternalista, hay generado un vínculo paternalista. Ha crecido mucho la dependencia de los artistas en cuanto a ganar fondos concursables, premios o apoyo, lo cual quieras o no se vincula a una medida voluntaria de tu discurso artístico, de los textos y lo lírico. Pero también que aparece en las entrevistas, y ese factor de rebeldía que hay muchas veces no les gusta a las autoridades que obliga a los colegas a no generar un problema. La que ha ganado terreno es el vínculo con el Estado y a mí me parece nefasto eso”.
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